En la región de Fujián, entre acantilados rocosos y bosques de bambú y pino, se produce uno de los tés más antiguos de China y el primero que los holandeses introdujeron en Europa en el siglo XVII. Este té adquiere su inconfundible sabor ahumado durante un esmerado proceso de secado de la hoja que se realiza sobre el humo que produce la quema de ramas de pino o cedro. Tras el proceso de oxidación que tiene todo té negro, se tuesta en grandes woks de hierro durante unos pocos minutos y después se colocan en cestas de bambú donde es ahumado con maderas ricas en resinas, generalmente pino.
El primer ministro inglés Winston Churchill y el personaje de ficción Sherlock Holmes, lo bebían a diario.
Propiedades: Estimulante, astringente, diurético y antioxidante.
Cantidad: Una cucharadita rasa de té.
Temperatura del agua: 95ºC
Tiempo de infusión: Entre 2 y 4 minutos.